Nos encontramos por tanto con una caída aumentada concentrada en unos pocos meses, normalmente no más de 6, de un mayor número de tallos pilosos al que estamos acostumbradas y esto puede ser realmente alarmante. Además, muchas veces esta caída no ocurre de forma inmediata tras el problema identificado, la cirugía o el parto, si no que puede existir un lapso de tiempo de entre 3 y 6 meses desde el acontecimiento hasta el inicio de la pérdida de cabello.
A pesar de que se trata de un cuadro frecuente, que prácticamente a todas las mujeres les ha ocurrido alguna vez en la vida, es necesario un diagnóstico correcto por parte de un dermatólogo especialista en alopecia femenina, que descarte otras causas de caída capilar aceleradas, desencadenadas por déficits vitamínicos en la analítica o por problemas del sistema inmune.
Con menor frecuencia, pero no es excepcional encontrar este cuadro en varones. En los últimos meses, y en relación con los acontecimientos derivados de la actual pandemia originada por el virus de la COVID-19 , estamos diagnosticando un gran número de efluvios telógenos, esta caída llamativa y concentrada en el tiempo, en pacientes que han padecido la infección viral, como consecuencia de la misma, y más o menos al cabo de 3 meses de su recuperación. Por ello, el número de consultas por esta patología, se ha visto significativamente incrementado en los últimos dos años, aunque el pronóstico en general es muy bueno, cuando encontramos claramente el origen del proceso, y la recuperación del cabello completa o cercana a la totalidad.
DIAGNOSTICO DEL EFLUVIO TELÓGENO
Se realizará una tricoscopía digitalizada TRICHOSCAN para determinar la situación inicial de densidad capilar como punto de partida y se solicitará una analítica para descartar déficits específicos que agraven la pérdida de cabello.
TRATAMIENTO DEL EFLUVIO TELOGENO
El tratamiento más eficaz para la alopecia femenina por efluvio telógeno es suministrar mediante mesoterapia capilar (micro-infiltraciones en el cuero cabelludo) una combinación de vitaminas y fármacos que actúen de forma directa sobre el ciclo vital del cabello, prolongando su fase de crecimiento y por ello retrasando su entrada en fase de caída.
Para aquellas pacientes que dada su situación personal, no puedan ser tratadas con fármacos, se puede pautar microinfiltraciones de PRP (plasma rico en plaquetas) para estimular la regeneración capilar.
En función de los resultados de las pruebas diagnósticas, se puede plantear un plan de complementos vitamínicos para el cabello por vía oral o fármacos regenerativos, a nivel tópico o por vía oral.
También el minoxidil, fármaco que contribuye a alargar la duración de la fase de crecimiento del folículo, puede ser un gran aliado en los casos severos de esta patología, ayudando a todos los folículos que se han desprendido a comenzar con mayor velocidad un unevo ciclo capilar, en el que obtengan el diámetro y longitud adecuados en el menor tiempo posible.
El mensaje es claro, una disminución de densidad acusada en una zona del cuero cabelludo debe consultarse al dermatólogo especialista en alopecia femenina para llegar a un diagnóstico correcto, ayudado por tricoscopia, y poder pautar un tratamiento dirigido entre las opciones actuales que han demostrado eficacia, incluyendo el trasplante capilar, que en el caso de las mujeres no requerirá un rasurado del cabello.