Imagen patología liquen escleroso IMR

Liquen escleroso: ¿qué es?

Cuando nuestras pacientes presentan picor e irritación en la zona vulgar de forma prolongada podemos estar hablando de un liquen escleroso. Esta patología crónica de la vulva tiene un mayor índice de afectación en mujeres menopáusicas, etapa de la vida en la que los niveles de estrógenos son más bajos y se manifiesta inicialmente a través de manchas blancas y lisas en los labios mayores, menores, clítoris e introito vaginal, cambiando su tonalidad hacia marcas rojas o moradas.

Con el paso del tiempo, si no se trata a tiempo, la piel afectada suele sufrir una retracción y con ello se observa el borramiento de los labios menores, estrechamiento de la entrada de la vagina o invaginación del clítoris. Todo ello puede empeorar o hacer imposible que la mujer con líquen escleroso pueda tener relaciones sexuales o incluso una vida normal por múltiples molestias. El liquen escleroso puede ser causado por una infección, por una alteración hormonal o inmunológica e incluso tener un componente genético. Su origen, por tanto, no está definido actualmente.

Para aliviar estas molestias e intentar mejorar los síntomas de esta patología, el tratamiento más común pasa por los corticoides tópicos y la aplicación de cremas hidratantes para calmar la zona. Sin embargo, para los casos que no responden correctamente al tratamiento, tenemos otras alternativas en consulta que han demostrado tener resultados muy satisfactorios para tratar el liquen escleroso y frenar su evolución, que puede aplicarse de forma aislada o combinados, según cada caso.

NUESTROS TRATAMIENTOS

Cómo tratamos el liquen escleroso:

  • El tratamiento con láser CO2 produce una evaporación de la capa dañada del líquen, estimulando la neoformación de piel sana y engrosamiento del tejido. Además, ayuda a mejorar o apagar la sensación de quemazón o de picor que sufren las pacientes y en la mayoría de las pacientes frena su evolución.
  • A veces es necesario la infiltración de ácido hialurónico como tratamiento complementario para tratar del liquen escleroso de una forma más rápida. El ácido hialurónico permite hidratar los tejidos y aporta elasticidad y volumen de forma inmediata. Se aplica con unas inyecciones de agujas muy finas junto con anestesia local y los efectos se notan en 24 horas.
  • Otra de las opciones de tratamiento del liquen escleroso es la infiltración de plasma rico en plaquetas, muestra que se obtiene de una analítica de sangre de la propia paciente. La infiltración se realiza también mediante microinyecciones en toda la zona afectada y con ello se consigue la regeneración del tejido dañado de forma más profunda y a largo plazo.
  • También el liquen escleroso puede tratarse con peelings, que ayudan a exfoliar las células superficiales y a regenerar la piel afectada. Mejora tanto el aspecto de la piel dañada como de toda la zona genital y se aplica en la consulta con un masaje. Además, también bioactivamos la piel con microneedling para ayudar a la regeneración natural de la piel y producir unos canales de absorción de los productos aplicados para optimizar sus efectos. Con ello se consigue una piel más hidratada, más uniforme y mejoramos
  • Por último, la fototerapia ha resultado ser muy útil en el tratamiento del liquen escleroso. La aplicación de luz ultravioleta varias veces por semana durante 1-2 meses disminuye el tamaño de las placas de liquen escleroso.

Características del liquen escleroso

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  • El liquen escleroso es una de las patologías ginecológicas más desconocidas. Por este motivo, la cantidad de diagnósticos erróneos es elevada, confundiéndolo muchas veces con candidiasis u otra infección.

  • La piel de la zona se afina, pierde el color por la falta de vascularización y produce picor e incluso dolor. A medida que el liquen escleroso evoluciona, puede afectar al resto de áreas vulvares como los labios, el clítoris o la uretra.

  • En cada persona evolucionará de forma diferente, dependiendo del caso y el tratamiento que se esté llevando. Sin embargo, además del picor, otros síntomas que puede provocar el liquen escleroso a medida que avanza es el dolor al miccionar, las infecciones y el dolor durante las relaciones sexuales.

¿Cómo se diagnostica el liquen escleroso?

La principal prueba diagnóstica para el liquen escleroso es la biopsia vulvar. Esta se realiza en consulta con un poco de anestesia local y solo lleva un par de minutos. El ginecólogo especialista debe realizar una valoración exhaustiva atendiendo a la sintomatología de la paciente y las características visuales de la zona, ya que el liquen escleroso puede afectar a la anatomía de los genitales femeninos si no se trata a tiempo.

Por este motivo, un diagnóstico temprano es muy importante, no solo para aliviar los síntomas de la paciente, sino para prevenir o impedir que el desarrollo de la patología pueda generar cambios anatómicos y secuelas irreversibles.

Preguntas frecuentes

  • El liquen escleroso puede afectar a personas de cualquier edad, pero es más frecuente en mujeres posmenopáusicas debido a la disminución de estrógenos. También puede presentarse en mujeres jóvenes, hombres e incluso en niños, aunque con menor frecuencia.

  • La causa exacta no se conoce, pero se relaciona con factores inmunológicos, hormonales y posiblemente genéticos. En muchas pacientes, la enfermedad se asocia a etapas de cambios hormonales, como la menopausia, y puede coexistir con otras enfermedades autoinmunes.

    • Picor, irritación o sensación de quemazón vulvar. 
    • Manchas blancas en labios mayores, menores, clítoris o entrada vaginal.
    • Con el tiempo, puede producirse retracción de la piel, borramiento de labios menores, estrechamiento vaginal o cambios anatómicos. 
    • Puede provocar dolor al tener relaciones sexuales o al orinar.
  • Aunque es más frecuente en mujeres después de la menopausia, el líquen escleroso puede manifestarse en niñas antes de la primera menstruación y en mujeres en transición a la menopausia. Por ello, cualquier picor crónico y cambios en la piel vulvar deben valorarse, independientemente de la edad.

  • El líquen escleroso no es una infección y no se contagia por relaciones sexuales, contacto íntimo ni por compartir ropa o toallas. Tampoco está causado por una higiene “pobre” o “excesiva”, por lo que no es una enfermedad de transmisión sexual ni algo que la paciente haya hecho mal .

  • No se puede curar completamente, ya que es una enfermedad crónica, pero sí se puede controlar muy bien con el tratamiento adecuado para frenar su progresión y aliviar los síntomas.

    • Alteraciones anatómicas de la vulva (retracción, cicatrización).
    • Mayor riesgo de infecciones, dolor o molestias al tener relaciones sexuales
    • En algunos casos, puede aumentar el riesgo de carcinoma (cáncer vulvar), por lo que el seguimiento es importante.
    • Usar cremas hidratantes específicas para la zona vulvar.
    • Evitar irritantes: productos agresivos de higiene, ropa muy ajustada, fricción.
    • Tener un seguimiento médico periódico para ajustar el tratamiento.
    • Realizar revisiones ginecológicas para monitorizar cambios o progresión de la enfermedad.
  • Sí, aunque puede haber molestias como dolor o sensación de ardor. El objetivo del tratamiento es aliviar el picor y el dolor, preservar o mejorar la anatomía vulvar y permitir que la paciente pueda mantener relaciones sexuales sin dolor.

  • Dado que se trata de una enfermedad crónica, es recomendable llevar a cabo un seguimiento ginecológico periódico para ajustar el tratamiento y vigilar la piel vulvar. Estas revisiones permiten detectar posibles cambios precoces, prevenir complicaciones y mantener la enfermedad estable a largo plazo.

  • Si los corticoides tópicos clásicos no son suficientes, existen terapias alternativas como las que ofrece nuestra clínica (láser, PRP, microneedling) para tratar casos más resistentes.

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