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Radiesse: uno de los inductores de colágeno más potentes

Los inductores de colágeno son productos inyectables cuya función principal es la de potenciar la síntesis de colágeno de nuestra piel. De esta forma, cuando utilizamos inductores de colágeno en un tratamiento lo que buscamos es combatir la flacidez de una forma rápida y segura.

Estas sustancias reabsorbibles, entre las que destaca la hidroxiapatita cálcica (Radiesse), además, tienen la capacidad de generar volumen si se infiltran de forma concentrada y a nivel profundo, por lo que el tratamiento con inductores de colágeno se lo recomendamos a pacientes con una pérdida de volumen notoria que, además, buscan una mejora en la calidad de su piel.

La hidroxiapatita cálcica (Radiesse), así como otros inductores de colágeno, suele aplicarse en la mandíbula, el mentón, el surco nasogeniano y en los pómulos para: mejorar el óvalo facial, combatir la flacidez y las arrugas, remarcar los pómulos y elevar el rostro de forma significativa y natural.

Ventajas de los inductores de colágeno

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  • Durante 14 meses las inyecciones se van transforman en colágeno, generando una mejora progresiva en la piel, el tejido y los huesos.

  • No solo actúa frente a la flacidez o las arrugas, sino que los inductores de colágeno mejoran todos los aspectos de la piel de forma global.

  • Llevamos muchos años trabajando con inductores de colágeno, por lo que tenemos información de sobra para afirmar que son productos totalmente seguros y sin efectos secundarios.

¿Cuáles son los principales inductores de colágeno?

Hay dos tipos de sustancias conocidas como “inductores del colágeno” por su acción sobre este, las cuales escogeremos en función de la zona que deseemos tratar, así como de las necesidades específicas de cada paciente.

  • Hidroxiapatita cálcica (Radiesse): estimula la producción de colágeno tanto a nivel superficial como profundo, en este caso, además, tiene la capacidad de generar volumen si se infiltran de forma concentrada.
  • Ácido poliláctico (Sculptra): el efecto como estimulador del colágeno es similar al anterior, pero su poder para generar volumen es algo mayor. 

En cualquier caso, los beneficios que podemos conseguir cuando nos sometemos a un tratamiento con inductores de colágeno son:

  1. Piel con mejor aspecto: más elástica, tersa, hidratada y revitalizada.
  2. Apariencia descansada y más joven.
  3. Firmeza de los tejidos.

 

¿Por qué el colágeno es tan importante para la piel?

El colágeno es esencial para las estructuras y tejidos de la piel. Gracias a esta proteína, nuestra piel tiene sustento y firmeza, además de un aspecto hidratado y luminoso. Pero cuando los niveles de colágeno de nuestro organismo descienden, las estructuras de la piel se vuelven irregulares, dando paso a la flacidez y el descolgamiento de los tejidos, sobre todo en la zona de los pómulos y la mandíbula.

Este es el motivo por el que el tratamiento con inductores de colágeno es tan importante a partir de los 35 años. Gracias a estas sustancias somos capaces de acelerar la producción de colágeno de nuestra piel, mejorando su calidad y aportando un aspecto más joven y saludable.

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