Cirugía de la Cenicienta: afinar los pies a golpe de bisturí

Imagen post cirugía de cenicienta

La “Cirugía de la Cenicienta”, o también conocida cirugía para reducir el tamaño del pie, no entiende de hadas madrinas, pero sí de tacones imposibles.

Esta intervención, que destaca por ser generalmente una operación para pies anchos, está a la orden del día, evolucionando, cada vez más, para convertirse en una técnica mínimamente invasiva.

Las mujeres son las más atrevidas o más perfeccionistas según se mire, e igual que recurren a la medicina o cirugía estética para eliminar arrugas o armonizar volúmenes, ahora también quieren mostrar sin complejos sus pies; extremidad que no está diseñada para soportar elevadas alturas, y que tampoco es inmune al paso del tiempo.

Los especialistas insisten en que, gracias a la cirugía de la Cenicienta, no sólo se acoplan los pies a un determinado tipo de zapato, también aseguran que son muchas las pacientes que acuden a consulta porque empiezan a notar sensación de ardor al ir perdiendo grasa en la planta del pie debido al paso del tiempo, logrando excelentes resultados.

¿En qué consiste la cirugía para reducir el tamaño del pie? Desde IMR, te contamos todo lo que necesitas saber:

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¿En qué consiste la “cirugía de la Cenicienta”?

De manera general, la cirugía de la Cenicienta, también conocida como cirugía para reducir el tamaño del pie, consiste en acortar y perfilar el pie. Así, mediante esta técnica quirúrgica, se consigue estrechar la extremidad algunos centímetros, se modifica la disposición de los huesos de la parte media, se conserva el arco plantar y se mejora la funcionalidad del pie.

Por otro lado, en pacientes que presentan un pie demasiado largo, la cirugía para reducir el tamaño del pie también consigue acortar la extremidad, reduciendo al mismo tiempo su longitud.

En cuanto al procedimiento de la cirugía de la Cenicienta, durante la intervención, se perfila la forma de nuestro pie aumentando su armonía y estética, y se optimiza su forma anatómica. Además, también se eliminan todas las asimetrías y se corrigen las desviaciones que pudieran existir.

Hay que tener en cuenta que estos tipos de cirugía precisan un tiempo de curación aproximado de seis semanas, de manera que se logren consolidar los huesos que se han modificado. El resultado funcional es tan bueno que permite, tras el periodo de recuperación, disminuir un par de tallas para poder vestir cualquier tipo de calzado.

Consecuencias del uso habitual de zapatos de elevado tacón

Realizada la cirugía para reducir el tamaño del pie ya podemos usar tacones de vértigo, pero, atención; ¿qué ocurre si los calzamos a diario?

Se calcula que a 7 de cada 10 mujeres les aparecen durezas y juanetes, pudiendo también ocasionar a largo plazo desestructuración muscular o artrosis. Esto ocurre porque los tacones provocan modificaciones en las posiciones articulares del pie. Como consecuencia, se flexiona más el tobillo, la rodilla y la cadera, y aumentan las curvaturas en la espalda, pudiendo incluso llegar a generar lumbalgia y degeneración ósea crónica.

Los especialistas alertan sobre el uso continuado de zapatos con tacón de más de 10 centímetros, ya que debemos tener en cuenta que todo el peso se carga en la zona de la punta y, al caminar con tanta inclinación, la musculatura se contrae. De hecho, el acortamiento de muchos músculos es una de tantas secuelas que conlleva hacer uso del zapato de moda.

En ocasiones, muchas mujeres, cuando deciden de cambiar tendencia por comodidad, no son capaces de caminar con zapato plano. En estos casos se recomienda no quitarse de golpe los tacones, si no ir reduciendo los centímetros de forma progresiva.

Cirugía para reducir el tamaño del pie

¿Cómo escoger unos zapatos buenos, bonitos y saludables para los pies?

La funcionalidad no está obligatoriamente reñida con la tendencia. Los expertos apuestan por un zapato cerrado de puntera y que pueda albergar los dedos sin comprimir. Además, es recomendable que sea de suela gruesa y de goma para que posibilite absorber más los impactos y permita caminar de forma más saludable.

El tacón perfecto no existe, pero el más apropiado, según los expertos, su altura óptima oscila entre 2,5 y 4 centímetros. En cuanto a su forma, apuestan por la rectangular, ya que los zapatos que tienen la punta muy estrecha encogen los dedos y provocan callosidades que pueden derivar en juanetes.

Por otro lado, las plataformas también son una opción saludable pero, como todo en esta vida, queda a gusto del consumidor, quien, en este caso, debe decidir convertirse en calabaza o poner solución a un problema que, tal y como hemos visto, es estético y funcional a la par.

¿Estás pensando en someterte a la cirugía de la Cenicienta y necesitas asesoramiento profesional? En IMR estaremos encantados de ayudarte. Contacta con nosotros.