Medicina estética y dermatología

La dermatología estética se define como un área de la medicina que tiene como objetivo mejorar el aspecto de la piel de una persona que no padece ninguna patología, pero que desea corregir o retrasar el envejecimiento cutáneo, o paliar cualquier otro defecto físico.

Binomio imprescindible sobre todo si tenemos en cuenta que en España no existe ninguna normativa que regule la medicina estética. De hecho, a día de hoy, la dermatología estética no está considerada como especialidad concreta, ni delimita qué profesionales están acreditados para realizar determinados tratamientos de belleza. 

De esta manera, la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) defiende que la ley general dicta que los actos médicos sólo podrán ser realizados por médicos, denunciando así la amplia oferta de tratamientos dudosos ante la ley que se realizan en centros de belleza. Técnicas que, en cualquier caso, deberían ser supervisadas siempre por un médico, pero, ahora bien, ¿todos los facultativos conocen en profundidad la estructura y función de la piel?

A continuación, desde IMR, entramos en detalle en todo lo que aborda la dermatología estética, así como en las consideraciones a tener en cuenta más importantes. ¡Sigue leyendo! 

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Medicina estética y dermatología, ¿Qué diferencias presentan? 

A nivel individual, la estética se define como la rama de la filosofía que estudia la esencia y la percepción de la belleza. Una armonía equilibrada que sólo se conseguirá si la base es una piel saludable.

Por su parte, el dermatólogo es el único especialista que ha adquirido una disciplina que va más allá de la capa externa de la piel; el órgano más extenso del cuerpo humano. 

Como sabemos, la piel constituye, aproximadamente, el 15% del peso total de una persona, acogiendo millones de células y terminaciones nerviosas, así como glándulas sebáceas y sudoríparas, folículos pilosos, y una extensa red de vasos sanguíneos.

Debido a la importancia que presenta, manipularla implica muchas consecuencias, por lo que resulta imprescindible conocerla en profundidad. Entendiendo su dificultad, la técnica que la repara o intenta mejorarla no se aprende en una única asignatura de algunos años. Sólo se adquiere en el plazo de una licenciatura completa al servicio único y exclusivo de la piel. 

Sin duda, este es el caballo de batalla de los miembros de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), y el requisito que debería cumplir todo aquel llamado especialista que se encuentra detrás de una infiltración o tratamiento a realizar a cualquier paciente.

Entrando en detalle de una manera profesional en el campo de la medicina estética y dermatología, ambas disciplinas tienen el objetivo común de cuidar la piel y mejorar su apariencia física, sin embargo, la medicina estética y la dermatología se distinguen por su enfoque y alcance. 

De manera general, la medicina estética se centra en procedimientos no quirúrgicos destinados a mejorar la apariencia física y el bienestar emocional de los pacientes, a través de técnicas y tratamientos como rellenos dérmicos, la aplicación de ácido hialurónico o peelings químicos.

La dermatología estética, en cambio, abarca un espectro más amplio que incluye el diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades de la piel, cabello y uñas, además de la atención estética. 

Así, mientras que la medicina estética busca realzar la belleza y corregir imperfecciones estéticas, la dermatología se dedica tanto a la estética como al tratamiento de condiciones médicas de la piel, ofreciendo un enfoque integral para el cuidado de la piel y la salud dermatológica.

¿Cuándo acudir a un médico estético o dermatólogo? 

Siguiendo en el campo de la medicina estética y dermatología, es normal que en ocasiones no tengas claro a qué profesional acudir. Como es evidente, la elección entre buscar un médico estético o dermatólogo dependerá de tus necesidades y preocupaciones específicas con respecto a tu piel. 

Así, si estás interesado en mejorar tu apariencia física, corregir imperfecciones estéticas o realizar procedimientos cosméticos no invasivos, como rellenos dérmicos o tratamientos láser para rejuvenecimiento facial, un médico estético puede ser la opción adecuada. 

Por otro lado, si experimentas problemas de salud dermatológica, como acné, eczema, psoriasis, cambios en la pigmentación de la piel, lesiones cutáneas sospechosas o pérdida de cabello, es importante que consultes a un dermatólogo. Estos profesionales están capacitados para diagnosticar y tratar una amplia gama de condiciones de la piel, cabello y uñas, ofreciéndote un enfoque integral para el cuidado de la piel y la salud dermatológica. 

Medicina estética y dermatología: Mucho más que dos especialidades

La medicina estética y la dermatología son mucho más que simples especialidades médicas. Estas disciplinas van más allá de simplemente tratar afecciones de la piel o realizar procedimientos cosméticos; se trata de comprender y abordar las necesidades únicas de cada paciente, tanto física como emocionalmente. 

Como veníamos comentando, la medicina estética busca realzar la belleza y la confianza en sí mismo, mientras que la dermatología se centra en diagnosticar, tratar y prevenir una amplia gama de enfermedades cutáneas. Sin embargo, en su esencia, ambas están unidas por un objetivo común: mejorar la calidad de vida de los pacientes. 

Ya sea mediante el tratamiento de una afección dermatológica crónica o mediante la realización de procedimientos estéticos, la medicina estética y dermatología ofrecen soluciones personalizadas que promueven la salud, la felicidad y el bienestar a largo plazo. 

¿Necesitas asesoramiento y buscas un profesional cualificado? En IMR, como líderes en dermatología de vanguardia, estaremos encantados de ayudarte. ¡Contacta con nosotros!