Alopecia frontal fibrosante: nuevos avances en su tratamiento

Imagen post alopecia frontal fibrosante

La alopecia frontal fibrosante es un tipo de caída cicatricial o definitiva del cabello, en la que se produce un proceso inflamatorio autoinmune, generado por el propio individuo que ataca y destruye las unidades foliculares de forma irreversible, ocasionando una cicatriz en el cuero cabelludo.

El número de casos diagnosticados de esta alteración capilar se ha incrementado de forma significativa en los últimos años, sin que aun exista una hipótesis clara, única y certera que justifique este aumento en su incidencia.

Clínicamente, este tipo de alopecia se caracteriza porque hay un retroceso de la línea de implantación del cuero cabelludo, el cabello cada vez nace más atrás, dejando una frente cada vez de mayor tamaño tanto en la zona central como en los laterales. Se produce un avance en el nacimiento del cabello, como si de una diadema se tratase.

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Diagnóstico alopecia frontal fibrosante

La doctora Alba Gómez, dermatóloga especializada en regeneración capilar en IMR, confirma que el diagnóstico temprano es fundamental puesto que de ello dependerá el avance y el curso de la caída.

Si se controla el proceso inflamatorio que ataca a los folículos pilosos y los destruye, se evitará esta caída y la formación de cicatriz.

En muchas ocasiones, el primer síntoma de este tipo de caída, que precede en muchas ocasiones, incluso en años, al avance en diadema de la línea de inicio del pelo, es la pérdida progresiva de las cejas.

Otros datos que con frecuencia detectamos en estas pacientes son enrojecimiento de las mejillas, lesiones en ambas sienes formando una especie de empedrado o relieve o bien una depresión más marcada en los vasos sanguíneos centrales de la frente.

El origen de esta enfermedad todavía se desconoce, sin embargo a día de  hoy se cree que no hay un solo mecanismo responsable, si no que el proceso inflamatorio que finalmente destruye las unidades foliculares se genera por la unión de una serie de factores.

Estos factores podemos agruparlos en 4 bloques: factores hormonales, factores genéticos, factores autoinmunes y factores medioambientales.

El que la enfermedad aparezca fundamentalmente en mujeres con edades cercanas a la menopausia (antes y después), así como el empleo de fármacos que tienen un mecanismo de acción hormonal para su tratamiento justifican esta influencia hormonal como uno de los pilares de su origen.

El que se hayan descrito numerosos casos con el mismo tipo de alopecia afectando a miembros de la misma familia (sobre todo madres e hijas) apoyan que exista una cierta participación genética. La posible asociación de esta enfermedad a otras enfermedades también autoinmunes como el hipotiroidismo, hace que pensemos que la inmunidad tenga un papel relevante.

Finalmente, sería la última hipótesis, la de la influencia de un factor medioambiental, la que podría explicar el gran aumento del número de casos de la enfermedad en los últimos años.

No se ha conseguido esclarecer de forma definitiva cuáles pueden ser estos factores medioambientales que desencadenen la aparición de la alopecia frontal fibrosante, existen numerosos estudios puestos en marcha en los últimos años para intentar esclarecer este punto, y de esta forma poder justificar este aumento creciente en los diagnósticos.

Algunos estudios han dejado conclusiones controvertidas en este sentido, como la posible relación con la aplicación de protectores solares o de cremas anti edad, pero no son resultados contundentes ni suficientemente sólidos para poder tomar una conducta específica al respecto y por el momento no es suficiente para recomendar el NO EMPLEO DE estos productos.

Esperemos poder arrojar luz sobre este pilar de las causas de la alopecia frontal fibrosante en un futuro cercano, y nuestro trabajo se centra en desarrollar nuevos proyectos que estudien este campo.

Una vez que somos capaces de reconocer cómo es clínicamente esta alopecia, sus síntomas o signos asociados, que hemos puesto sobre la mesa su relevancia por su aumento creciente en los últimos años y que hemos hablado de los 4 pilares de su origen es importante saber que se debe diagnosticar temprano e iniciar un tratamiento correcto.

Tratamiento de la alopecia frontal fibrosante

tratamiento alopecia areata

El tratamiento se basa en controlar los dos mecanismos que la originan, por un lado el factor hormonal y por otro el factor inflamatorio. Nuestro objetivo será frenar el avance para que esta diadema que va haciendo ganar centímetros a la frente y perder centímetros al pelo se mantenga estable.

Emplearemos  fármacos de estos dos grupos con aplicación tópica (directamente en geles o cremas sobre el cuero cabelludo), en mesoterapia (infiltrados sobre la zona afecta) o por vía oral.

El empleo de una u otra vía y de las diferentes combinaciones de antiinflamatorios y moduladores hormonales se debe individualizar para cada paciente y también según el avance y la actividad de la enfermedad.

En un mismo paciente el tratamiento se irá modificando según lo vaya requiriendo la actividad de la enfermedad, siendo más agresivo en los periodos en los que se identifiquen signos de mayor severidad del proceso inflamatorio.

Conclusiones sobre la alopecia frontal fibrosante

Se esperan nuevos avances en conocimiento sobre las causas de la alopecia frontal fibrosante en los próximos años, desde IMR te informares de las últimas noticias alopecia frontal fibrosante .

Con el conocimiento actual es importante ante los signos de alarma, fácilmente reconocibles con las pistas clínicas ofrecidas, consultar a un dermatólogo especializado en tricología para hacer un diagnóstico correcto y precoz, que permita el inicio temprano de un tratamiento individualizado que se modulará según la evolución de la enfermedad.

Además, la exploración tricoscópica ayudará a determinar el grado de inflamación en cada momento y los estudios analíticos complementarios descartarán la posible asociación con otras enfermedades autoinmunes.