¿Cómo evitar la caída de pelo en mujeres?
¿Sabías que la caída del pelo es una patología que afecta a 3 de cada 10 mujeres?
La caída de pelo en mujeres es una alteración que puede iniciarse durante la adolescencia, y actualmente está considerada como una de las principales preocupaciones y motivo de consulta al dermatólogo por parte de mujeres de todas las edades.
Los principales síntomas que alertan sobre una posible calvicie o alopecia femenina son el aumento de cabellos que caen a la hora de peinarse o que se pueden encontrar en la almohada.
Otro indicador infalible que revela una caída anormal del cabello es la pérdida de densidad, volviéndolo cada vez más fino. La caída de pelo estacional suele estar detrás de estas situaciones. Sin embargo, también influyen otros factores como el estrés o la alimentación.
La caída del cabello y su pérdida de densidad o afinamiento progresivo en algunas áreas del cuero cabelludo son el reflejo de las dos patologías que más afectan a la salud capilar femenina: el efluvio telógeno y la alopecia androgénica.
¿Sabes en qué consisten? Desde IMR, especialistas en dermatología, medicina capilar y estética, te lo contamos:
Efluvio Telógeno como uno de los tipos de alopecia en mujeres más comunes
El efluvio telógeno comprende el tipo de caída del cabello más frecuente en otoño; estación asociada al periodo de renovación de su ciclo vital. Este fenómeno tiene su propia explicación, y es que los ciclos de vida del cabello constan de 3 fases:
- Fase anágena. Es la etapa de crecimiento del cabello y dura varios años.
- Fase catágena. Es la etapa de transición con una duración de 2 o 3 semanas durante la que se detiene el crecimiento del cabello.
- Fase telógena. Es la fase de descanso que se puede alargar hasta 3 meses; momento en el que el cabello se reemplaza.
El hecho de que muchas mujeres experimenten una mayor caída de cabello en otoño suele deberse a que, a finales de septiembre, existe un porcentaje elevado del cabello que se encuentra en la última fase (telógena), siendo normal que se produzca una caída de 100 cabellos al día. Si la pérdida de cabello es superior, podría tratarse de otro tipo de alteración capilar.
Ante esta situación, resulta fundamental el análisis y diagnóstico por parte de un especialista en medicina y regeneración capilar para que pueda realizar, de forma temprana, un estudio del cabello con la ayuda de la tricoscopia digitalizada (TRICHOSCAN); un sistema que permite analizar de manera inmediata el origen de la pérdida del cabello y determinar el porcentaje exacto de cabello que se encuentra en fase de caída.
El tratamiento para la caída del pelo en mujeres más eficaz es la mesoterapia capilar; una técnica que se realiza a través de micro-infiltraciones en el cuero cabelludo combinando vitaminas y fármacos que actúan de forma directa sobre el ciclo vital del cabello, prolongando su fase de crecimiento y retrasando, por tanto, su entrada en fase de caída.
En caso de no poder ser tratada con fármacos, la caída de pelo en mujeres también se puede pautar mediante microinfiltraciones de plasma rico en plaquetas (PRP); un tratamiento que también logra estimular la regeneración capilar.
Para completar esta terapia se puede optar por un plan de complementos vitamínicos para el cabello o fármacos regenerativos, administrándose por vía oral o a nivel tópico.
Alopecia Androgénica Femenina como otro de los tipos de caída de pelo en mujeres más frecuentes
En la alopecia androgénica femenina, el cabello se va miniaturizando, de forma progresiva, hasta que deja de crecer y desaparece.
Se considera alopecia androgénica femenina cuando el cabello va perdiendo densidad en la parte superior de la cabeza, afectando concretamente a toda la zona frontal hasta la coronilla y a ambos lados de la raya si esta se peina en el centro.
Las causas más comunes de alopecia androgénica femenina son los factores genéticos y hormonales, siendo la edad el indicador más relevante.
Al igual que otros tipos de caída de pelo en mujeres, esta patología requiere un diagnóstico igual de preciso y, sobre todo, temprano, para poder estabilizarla con el tratamiento y las técnicas capilares adecuadas.
En primer lugar, los especialistas en medicina y regeneración capilar realizan una exploración física para descartar cualquier otra patología o situación concreta, como el estrés capilar o las consecuencias de una mala alimentación que pueda estar provocando un exceso de caída del cabello. En paralelo, completan este análisis capilar con el diagnóstico a partir de la dermatoscopia digitalizada.
La alopecia androgénica requiere de un tratamiento personalizado y compatible con la rutina diaria de las mujeres que padecen esta patología. De esta forma, su solución combina la mesoterapia capilar, cuya composición corresponde a una fórmula magistral exclusiva a base de fármacos, vitaminas y aminoácidos que se administra directamente en el bulbo piloso, con otros fármacos por vía oral y tópica. En los casos que lo requieren, este tratamiento se combina también con los efectos del plasma rico en plaquetas (PRP).
Por otro lado, es importante conocer también que existen casos de alopecia androgénica femenina cuya solución puede llegar a contemplar el trasplante capilar.
Causas de la caída del cabello en mujeres
La causa más común de la caída capilar femenina, al igual que ocurre en los hombres, es el factor hereditario y la edad, con el añadido de las alteraciones hormonales que se producen en etapas como el embarazo, postparto y menopausia.
Si bien durante la gestación, el cabello se fortalece por el incremento de estrógenos, tras el parto y durante la menopausia estas hormonas disminuyen. El descenso de su concentración en sangre conlleva a la alteración del cabello, volviéndolo más fino y frágil.
De esta forma, en mayor o menor medida, todas las mujeres que entran en esta nueva fase experimentan alteraciones capilares, ya que, además de disminuir los estrógenos, también cae la progesterona; otra hormona encargada de estimular el crecimiento del cabello y, a la vez, aumentan los andrógenos y la testosterona; secreciones que estimulan el efecto contrario, es decir, aceleran la caída del cabello.
Por otro lado, las mujeres postmenopaúsicas pueden incluso no experimentar crecimiento del cabello a lo largo de 7 meses, derivando en alopecia androgénica.
Además, también existe otro tipo de caída de pelo en mujeres más frecuente durante la menopausia como, por ejemplo, la alopecia frontal fibrosante. Esta patología se caracteriza por un retroceso de la línea de implantación, conocida como zona de la diadema, y puede incluso provocar la pérdida de cejas.
Por otra parte, una dieta desequilibrada también influye en la caída de pelo en mujeres, sobre todo si existe déficit de proteínas, frutas y vegetales e incluye alimentos procesados y grasas no saludables. Este tipo de alimentación puede generar un riesgo inflamatorio que dificulta la regeneración capilar e incrementa las posibilidades de padecer alopecia androgénica.
Por su parte, la alimentación también juega un papel importante en las mujeres que padecen efluvio telógeno. De hecho, es el tipo de caída de pelo en mujeres que mayor relación guarda con los déficits nutricionales. Numerosos estudios capilares han podido demostrar que una dieta baja en proteínas, o hipocalórica que puedan ocasionar déficit de hierro, ácido fólico, zinc o de vitamina B12 puede aumentar la caída del cabello.
Por último, el estrés capilar es, sin duda, uno de los principales factores que desencadenan la alopecia femenina. Aunque es importante saber que, por norma general, es momentánea y se resuelve con el tratamiento capilar puntual hasta que se resuelve el brote que ha provocado el posible episodio de ansiedad.