Lentigo solar, ¿cómo tratarlo?

Lentigo solar

El lentigo solar hace referencia a una hiperpigmentación plana que surge en la piel como consecuencia directa de la exposición solar continuada. Se trata de una patología dermatológica muy frecuente, sobre todo, en personas mayores de 40 años.  

En cuanto a su aspecto, el lentigo solar se caracteriza por ser de color marrón claro y, respecto a su tamaño, este suele aumentar con el paso del tiempo. Por su parte, generalmente, el lentigo solar puede aparecer también en el dorso de las manos.

Respecto al tratamiento del lentigo solar, este se lleva a cabo con gran éxito gracias a la aplicación de dispositivos de luz pulsada intensa y láser Q switch. La combinación de estos dispositivos permite, en una o dos sesiones, un aclaramiento progresivo de las lesiones dermatológicas provocadas por el lentigo solar. 

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Lentigo solar maligno y lentigo solar benigno, ¿cómo diferenciarlos?

Es importante saber que existen dos tipos de lentigo solar; el lentigo solar maligno y el lentigo solar benigno. En un elevado porcentaje de casos, el lentigo solar es benigno. No obstante, en algunos casos, el lentigo solar presenta algún tipo de malignidad; un caso que tiende a ir asociado con una mayor probabilidad de sufrir un melanoma. 

La principal causa de la aparición de un lentigo solar se halla en la alta y continuada exposición a la radiación solar; un factor que también influye en la aparición y desarrollo de los diferentes tipos de cáncer de piel.

Ante cualquier alteración en la piel, como la aparición de manchas en la piel sospechosas, nuestra recomendación como clínica dermatológica es que solicites cita con el especialista cuanto antes para que pueda realizar el diagnóstico adecuado. 

De esta forma, si sospechas que alguna de las manchas de la piel puede responder a un lentigo solar, debes acudir a este especialista para que verifique si se trata de esta alteración. El dermatólogo, además, determinará su tipología o naturaleza, identificando así si se trata de un lentigo solar benigno o de un lentigo solar maligno. 

En cuanto al proceso de exploración, debes saber que se trata de una práctica completamente indolora. Durante la consulta, el especialista te realizará una exploración física con la ayuda de un dermatoscopio; un instrumento que le proporcionará una imagen de la mancha más amplificada. De esta forma, en caso de duda, valorará si es necesaria una biopsia para realizar un análisis anatomopatológico de mayor precisión.

Cómo identificar un lentigo solar maligno 

Para identificar un lentigo solar maligno, es importante prestar atención a ciertas características y, sobre todo, acudir a un dermatólogo ante cualquier sospecha. Desde IMR queremos acercarte algunas claves que te pueden ayudar a distinguir un lentigo solar maligno de un lentigo solar benigno

En primer lugar, debes prestar atención a cualquier posible asimetría, ya que, a diferencia del lentigo solar benigno, el lentigo solar maligno puede tener una forma más asimétrica caracterizada por presentar bordes irregulares, dentados o mal definidos. 

En segundo lugar, el lentigo solar maligno puede tener varios colores, diferenciando entre tonos de color marrón oscuro, negro, rojo o azul. Es importante que si notas que el lentigo solar está cambiando en forma, tamaño, color o textura con el tiempo, agendes una cita de inmediato con el dermatólogo especialista. 

De la misma manera, si un lentigo solar comienza a sangrar, picar o causar molestias, es un motivo de preocupación y alarma, por lo que debe ser evaluado de inmediato por el dermatólogo.  

Si tienes alguna lesión cutánea que te preocupa o que cumple con alguno de los criterios anteriormente mencionados, es importante que programes una cita con el dermatólogo especialista lo antes posible. Recuerda que la detección temprana es clave para abordar un tratamiento exitoso de cualquier lesión cutánea maligna. 

Qué características presenta un lentigo solar benigno 

Como es evidente, a diferencia de los lentigos solares malignos o melanomas lentiginosos, los lentigos solares benignos generalmente no representan un riesgo significativo para la salud. 

De manera general, un lentigo solar benigno se caracteriza por presentar una forma uniforme y simétrica. Por otro lado, tienen un color uniforme que varía de marrón claro  a marrón oscuro, pudiéndose confundir incluso con pecas o lunares. 

En cuanto a los bordes, los límites de un lentigo solar benigno suelen ser regulares y suaves y, respecto a su tamaño, a pesar de que pueden crecer ligeramente, tienden a ser pequeños, no llegando a superar los 6 mm de diámetro. 

En definitiva, la principal diferencia entre los lentigos benignos y malignos se halla en la edad en que se manifiestan y el aspecto que presentan. 

Lentigo solar: Tratamiento más adecuado 

Ante cualquier sospecha, la prevención ante tener un lentigo solar es fundamental. De esta manera, resulta vital protegerse de la de la radiación solar haciendo uso de fotoprotectores con el filtro adecuado. Por otro lado, los dermatólogos también recomiendan mantener la piel hidratada y hacer uso de los productos específicos pautados por los especialistas de la piel para corregir las hiperpigmentaciones.

A la hora de tratar un lentigo solar benigno, generalmente los dermatólogos  recurren al uso de diversos láseres dermatológicos, preferiblemente de luz pulsada intensa y láser Q switch, ya que destacan por ser muy eficaces en el tratamiento de la pigmentación cutánea y no comportan riesgo de complicaciones al, entre otras cosas, respetar el tejido sano de alrededor. 

Según el caso, los dermatólogos también pueden pautar terapias como cremas despigmentantes o la crioterapia, también conocida como congelación con nitrógeno líquido. No obstante, esta última técnica sí que conlleva mayores efectos secundarios como irritación, riesgo de cicatrización o decoloración permanente.

¿Tienes una mancha sospechosa en la piel y necesitas la valoración de un dermatólogo especialista? En IMR estaremos encantados de ayudarte. Contacta con nosotros.