Tratamiento para el bruxismo: ¿qué efectos tiene la toxina botulínica?
De manera general, el bruxismo es un hábito que destaca por provocar apretar demasiado los dientes y contraer los músculos de forma involuntaria, sobre todo mientras dormimos; una práctica que se conoce como bruxismo nocturno.
A la hora de hablar de tratamiento para el bruxismo, lo cierto es que cada vez son más las técnicas que se pueden aplicar para corregirlo, siendo la toxina botulínica una de las soluciones más escogidas para paralizarlo de forma temporal.
En este sentido, los especialistas en medicina estética y odontología integral nos indican que el tratamiento para el bruxismo con toxina botulínica comprende un tratamiento para el bruxismo de lo más eficaz y seguro, al conseguir relajar la musculatura mandibular y, en consecuencia, desaparecer el dolor y las molestias a los pocos días de su aplicación.
El tratamiento para el bruxismo con toxina botulínica consiste en la infiltración de toxina botulínica en los músculos maseteros con el objetivo de relajarlos y poder eliminar la fuerza excesiva que realizan a diario. Al relajar estos músculos, se reduce su dimensión, consiguiendo, entre otras cosas, que el rostro de la persona que padece bruxismo muestre una apariencia más estilizada.
La aplicación de la toxina botulínica para tratar el bruxismo es muy rápida y su efecto puede prolongarse hasta 6 meses. El tratamiento para el bruxismo con toxina botulínica se trata, por tanto, de una técnica que supone una gran ventaja respecto a otras como las férulas de descarga, las cuales requieren un uso diario.
Qué es y cuáles son las causas del bruxismo
Como veníamos diciendo, el bruxismo es una acción que se produce de forma involuntaria y que afecta a la contracción de la musculatura mandibular y de masticación, provocando apretar de forma inconsciente la mandíbula y rechinar los dientes, lo que tiene como consecuencia un desgaste progresivo de la superficie dental.
Entrando en estadísticas, se calcula que el bruxismo afecta entre un 10 y 20% de personas de todas las edades y, aunque la acción se puede desarrollar en cualquier momento del día, “el rechinamiento de dientes” es más común de noche, mientras dormimos, lo que da lugar al bruxismo nocturno.
No existe evidencia científica del origen real del bruxismo, pero los expertos sí que coinciden en determinar las que consideran como principales causas:
- El estrés y la ansiedad.
- Los trastornos del sueño.
- Posición inadecuada mientras dormimos.
- Maloclusión o alineación inadecuada de los dientes.
- Problemas musculares.
Bruxismo nocturno
Entrando en detalle en el bruxismo nocturno, este hace referencia al trastorno de movimiento de los músculos que se produce mientras dormimos. Es decir, las personas que padecen bruxismo nocturno aprietan o rechinan los dientes mientras duermen, una práctica que puede dar lugar a otros trastornos como los ronquidos o las apneas del sueño; conocidas por ser pausas en la respiración mientras están descansando.
En cuanto al bruxismo nocturno, lo cierto es que existen casos leves y agudos y, en estos últimos, el trastorno mandibular puede ir acompañado incluso de dolores de cabeza o daños intensos en los dientes.
El bruxismo nocturno es una alteración que se considera silenciosa, ya que se produce mientras duermes. Por este motivo, es muy importante tener identificados sus principales síntomas:
- “Rechinar” de las piezas dentales durante la noche, de difícil identificación personal, ya que quién lo padece duerme mientras se produce, por eso suele indicarlo el acompañante o el dentista o dermatólogo estético en una revisión médica.
- Desgaste del esmalte dental.
- Dolor constante mandibular o dental o simultáneo.
- Alteraciones de la articulación temporomandibular.
- Dolor de cabeza persistente.
Consecuencias del bruxismo
Entre las principales consecuencias del bruxismo, la más clara recae directamente sobre los dientes, en los que se produce un desgaste muy pronunciado. En segundo lugar, las encías también resultan afectadas, debilitándose y apareciendo incluso inflamación y movilidad en los dientes.
Por otro lado, los músculos faciales también se ven, en gran medida, afectados provocando, a su vez, dolores intensos de cabeza, en el cuello y dificultades a la hora de masticar.
Tratamiento para el bruxismo dental
Entrando en detalle en las posibilidades que existen en el tratamiento para el bruxismo dental, este debe tener por objetivo minimizar los efectos perjudiciales que, tal y como te hemos explicado, genera el bruxismo, debiendo así estabilizar la oclusión y, en el caso que lo requiera, hacer uso nocturno de férulas de descarga; prótesis que se ajustan a la dentadura con el fin de relajar la musculatura.
En los casos de bruxismo muy avanzado, se opta por realizar la rehabilitación protésica con el objetivo de rehabilitar las piezas dentales dañadas y recuperar la posición articular idónea.
En tercer lugar, son muchos los pacientes que recurren al tratamiento para el bruxismo con toxina botulínica. Una técnica que, como hemos comentado anteriormente, se centra en relajar los músculos faciales para poder disminuir así la fuerza que ejercen sobre la mandíbula.