Prevenir infecciones

En primer lugar, desde IMR queremos transmitir nuestra máxima solidaridad y apoyo a todas las personas que se han visto afectadas por las difíciles consecuencias de la reciente DANA en Valencia. 

Ante las recientes infecciones que se están empezando a producir debido al contacto con el lodo y barro de las calles, desde IMR, comprometidos con la salud y el bienestar de todos, queremos brindar una serie de recomendaciones para prevenir y manejar infecciones comunes en situaciones de inundación. 

En cualquier caso, estas pautas buscan apoyar al personal sanitario y a la población afectada por la DANA en el cuidado de su salud y en la prevención de complicaciones graves.

Principales riesgos de infección en situaciones de inundación

Como hemos estado viendo estos días, la acumulación de agua en calles y viviendas, la alteración del sistema de alcantarillado y la contaminación de fuentes de agua potable crean condiciones ideales para la proliferación de bacterias, virus y hongos que pueden causar enfermedades graves, entre las que destacan:

  • Infecciones cutáneas: El contacto con agua contaminada y las heridas abiertas favorecen las infecciones en la piel.
  • Infecciones respiratorias: Las condiciones de hacinamiento en refugios temporales o la exposición al frío y humedad aumentan el riesgo de enfermedades respiratorias.
  • Infecciones gastrointestinales: La ingesta de agua o alimentos contaminados puede provocar infecciones intestinales que suelen ser contagiosas.
  • Enfermedades zoonóticas y de transmisión vectorial: Las inundaciones pueden facilitar la transmisión de enfermedades como la leptospirosis, causada por el contacto con agua contaminada por animales, o enfermedades transmitidas por insectos.

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Entendiendo estos riesgos, desde IMR queremos acercar a toda la población una serie de buenas prácticas a tener en cuenta estos días de trabajo y de contacto con las zonas afectadas: 

Prevención de infecciones cutáneas

En primer lugar, el agua contaminada puede introducir microorganismos en heridas abiertas, generando infecciones cutáneas que requieren atención. Los síntomas pueden aparecer entre 3 y 4 días después de la exposición y pueden persistir hasta tres semanas. 

Para evitarlo, desde IMR destacamos las siguientes medidas de prevención:

  • Evitar el contacto prolongado con el agua contaminada siempre que sea posible, y proteger las heridas con vendajes impermeables.
  • Lavar las heridas inmediatamente después del contacto con el agua, utilizando agua potable y jabón para eliminar cualquier residuo.
  • Vigilar los síntomas de infección: Enrojecimiento, dolor, hinchazón y secreciones son signos de infección. En caso de fiebre o dolor intenso, se debe buscar atención médica.

Si, aún teniendo en cuenta las medidas de prevención anteriores, se produce una infección, es importante tener en cuenta las siguientes pautas: 

  • Limpieza de heridas: Usar suero salino o agua potable para limpiar cualquier herida y retirar restos de lodo o cuerpos extraños.
  • Antibióticos: En caso de infección, el uso de antibióticos como quinolonas (por ejemplo, moxifloxacino) puede ser eficaz. Si hay exposición a agua salada, se recomienda añadir doxiciclina para cubrir infecciones por Vibrio spp.
  • Atención médica: Ante cualquier signo de gravedad (como necrosis o sepsis), es imprescindible acudir a un profesional médico. 

Prevención de infecciones respiratorias

En segundo lugar, las infecciones respiratorias también suelen incrementarse en este tipo de situaciones, debido a los altos niveles de contaminación de los espacios. Así, las infecciones más comunes son los cuadros gripales y las infecciones respiratorias altas, aunque la neumonía por aspiración de aguas contaminadas también es un riesgo.

Para evitar este tipo de infecciones respiratorias, es importante tener en cuenta las siguientes medidas de prevención:

  • Uso de mascarillas: Para minimizar la transmisión de infecciones respiratorias en áreas de refugio o cuando haya síntomas.
  • Evitar el contacto cercano con personas sintomáticas y mantener buena ventilación en espacios cerrados.
  • Higiene de manos: Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón o utilizar soluciones hidroalcohólicas.

Prevención de infecciones gastrointestinales

Por otro lado, el consumo de agua o alimentos contaminados es un riesgo frecuente en situaciones de inundación que puede llevar a brotes de diarrea y enfermedades gastrointestinales. Los patógenos más comunes incluyen Vibrio cholerae y Escherichia coli enterotoxigénica, aunque también se pueden presentar infecciones virales como la gastroenteritis por rotavirus.

Teniendo en cuenta este riesgo, es fundamental:

  • Beber únicamente agua potable o tratada. Evitar el consumo de agua de fuentes inseguras.
  • Higiene en la manipulación de alimentos: Cocinar bien los alimentos y mantener una adecuada higiene al prepararlos.
  • Lavar las manos con frecuencia: Especialmente antes de comer y después de usar el baño.

En cuanto al tratamiento ante una infección gastrointestinal, es importante tanto mantener la hidratación como, en casos más graves, acudir a fármacos que eliminen la infección:

  • Hidratación: Es fundamental reponer los líquidos y electrolitos en casos de diarrea. Se recomienda el uso de soluciones de rehidratación oral.
  • Antibióticos: Si hay fiebre o síntomas graves, se puede administrar ciprofloxacino. Para infecciones virales, el tratamiento suele ser sintomático.

Prevención de Zoonosis y enfermedades transmitidas por vectores

Por último, la leptospirosis hace referencia a una zoonosis que se transmite por el contacto con agua contaminada con orina de animales infectados. En áreas de inundación, esta enfermedad puede presentarse en forma de brotes. Los síntomas van desde fiebre leve hasta formas graves que afectan órganos vitales.

Para evitarlo, es necesario: 

  • Evitar el contacto con agua estancada que pueda estar contaminada.
  • Uso de botas y guantes para proteger la piel en caso de tener que estar en contacto con agua de inundación.
  • Mantener los alimentos cubiertos y almacenados para evitar atraer animales.

Desde IMR reafirmamos nuestro compromiso con la salud y el bienestar de las personas afectadas por la reciente DANA en Valencia. Sin duda, las inundaciones han traído consigo diversos riesgos para la salud, y la exposición al agua contaminada o al lodo puede provocar infecciones que, si no se tratan adecuadamente, pueden derivar en complicaciones graves.

Por este motivo, es fundamental que tanto el personal sanitario como la población afectada sigan estas recomendaciones para prevenir infecciones cutáneas, respiratorias, gastrointestinales y zoonóticas, cuidando así nuestra salud en este difícil contexto.