¿Piel seca y deshidratada? Claves para una óptima hidratación

Piel seca

Como es evidente, son muchos los tipos de piel que existen, pudiendo diferenciar, generalmente, entre piel normal, piel seca, piel mixta o piel grasa. Ante estas tipologías, es fundamental conocer muy bien cómo es la tuya para poder cuidar de tu piel de la forma más adecuada, ya que existen determinadas alteraciones que pueden afectarla de forma momentánea o continua. 

Entre los diferentes tipos de piel, la piel seca comprende una de las tipologías más comunes y, aunque más adelante entraremos en las causas, síntomas y tratamientos de la piel seca, es importante que conozcas que esta destaca por presentar una apariencia áspera, tirante, escamosa y propensa a la irritación. 

Es muy habitual confundir la piel seca con la piel deshidratada y, aunque sus cuidados son parecidos, la principal diferencia se centra, en primer lugar, en que la piel seca es un tipo de piel, mientras que la piel seca deshidratada es un estado de la dermis, por lo que puede manifestarse de forma diferente. 

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Como decíamos, la piel seca deshidratada no es un tipo de piel como tal, sino más bien un estado de la piel, cuyo principal síntoma es la pérdida de agua; un factor que influye en la función que realiza la barrera de la piel, estando, en consecuencia, exenta de luminosidad, aunque no tan áspera como la piel seca. 

Las principales claves que ofrecen los especialistas en dermatología avanzada para que una piel seca deshidratada pueda volver a su mejor versión son: 

  • Solicitar cita para una revisión dermatológica y verificar el estado de la piel. 
  • Rehidratar la piel con cremas emolientes que la hidraten y, sobre todo, la nutran en profundidad.
  • Incrementar el consumo de agua.
  • Ingerir complementos alimenticios por vía oral que sean antioxidantes para combatir el efecto de los radicales libres y que, en paralelo, nutran la piel, como el colágeno y la elastina
  • Aplicar tratamientos de dermatología estética como Hydrafacial o mesoterapia que incluya diferentes activos hidratantes y antioxidantes para lograr mejorar el estado de la piel.

Piel seca deshidratada: causas 

La piel seca, médicamente conocida como xerosis, es una afección que puede presentarse en personas de ambos sexos y diferentes edades. De manera general, la piel seca se manifiesta como respuesta inmediata a diferentes causas, siendo el clima uno de los principales factores que la originan, al igual que el daño solar o la aplicación de jabones y otros cosméticos no compatibles con el tipo de piel.   

Generalmente y como veníamos comentando, la piel seca deshidratada experimenta una pérdida de agua, afectando en consecuencia a la función barrera de la capa externa de la piel. 

Lo cierto es que la piel seca deshidratada puede surgir debido a diferentes factores. No obstante, entre las principales causas de la piel seca deshidratada a las que debemos prestar especial atención podemos diferenciar: 

  • El clima y el uso de calefacción. En los lugares de clima frío en los que exponemos la piel de forma constante a calefactores, calefacción centralizada o chimeneas en los que se reducen los niveles de humedad nuestra piel tiende a sufrir, pudiendo tener como resultado una piel seca y deshidratada. 
  • Abusar de baños o exfoliaciones que afectan directamente a la función barrera de la piel puede dar lugar a alteraciones en la piel que respondan a los síntomas más comunes de una piel seca deshidratada. 
  • Hacer uso de jabones y detergentes abrasivos. Con el objetivo de garantizar una óptima salud dermatológica, debemos hacer uso de los productos que nos paute el dermatólogo como experto en el cuidado de la piel. 
  • Padecer determinadas patologías crónicas de la piel como psoriasis o dermatitis atópica pueden aumentar las probabilidades de desarrollar piel seca y deshidratada. 
  • Ingesta de determinados medicamentos o tratamientos médicos para el cáncer, diálisis u otras enfermedades que alteren las propiedades de la piel, dando lugar a patologías como la piel seca. 
  • Envejecimiento. Conforme cumplimos años, la piel se vuelve más fina y, en consecuencia, más sensible.

Piel seca: síntomas

La piel seca, aunque a menudo puede considerarse un problema cosmético, puede tener diversos efectos molestos y, en algunos casos, dolorosos en quienes la padecen. Desde la sequedad y la descamación hasta la picazón y la sensibilidad, la piel seca puede manifestarse de diferentes maneras dependiendo de la persona. 

Sin embargo, los principales síntomas que dan la voz de alarma ante una piel seca son: 

  • Sensación de tirantez en la piel y aspecto áspero.
  • Prurito o picazón.
  • Descamación y grietas que pueden llegar a sangrar.
  • Tono rojizo o gris según el fototipo de piel.

Es importante recordar que la piel seca puede ser causada por una variedad de factores, entre los que se pueden diferenciar la genética, el clima, la exposición al sol, el uso de productos de cuidado de la piel inadecuados… Por eso, identificar los síntomas de la piel seca te ayudará a tomar las medidas adecuadas para tratarla y lograr mantener así una piel saludable y cómoda. 

Piel seca: tratamiento para lograr una óptima hidratación

Como es lógico, el tratamiento dermatológico ante una piel seca variará en función del paciente y el tipo de piel que presente. No obstante, existen algunas pautas que puedes tener en cuenta para lograr una óptima hidratación. 

Si tienes una piel seca, es importante que sepas que, ante todo, debes mantener la piel bien hidratada. Para ello, debes hacer uso de productos hidratantes que contribuyan a que la barrera de protección de tu piel se mantenga sana. Es fundamental que el cosmético escogido contenga protección solar de amplio espectro. 

Además, entre algunas claves para evitar la piel seca y lograr una óptima hidratación es importante considerar:

  • Limitar la exposición al agua y hacer uso de agua tibia y no extremadamente caliente 
  • Hacer uso de limpiadores suaves sin fragancia ni aceites. 
  • Cubrir y proteger adecuadamente la piel ante el frío o viento para evitar mayor sequedad en tu piel. 
  • Beber abundante agua para mantener la piel y los tejidos bien hidratados. 

En definitiva, la piel seca deshidratada es una preocupación de lo más común que puede afectar la apariencia y comodidad de nuestra piel. La buena noticia es que, con el asesoramiento experto adecuado y con una rutina de cuidado apropiada, es posible lograr una óptima hidratación y mantener una piel saludable y radiante. 

¿Tienes la piel seca y necesitas la valoración de un profesional? En IMR estaremos encantados de ayudarte. Contacta con nosotros.